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La asertividad es una habilidad social que nos permite expresar nuestras opiniones, sentimientos y necesidades de forma clara y directa, sin faltar al respeto ni agredir a los demás. Es una herramienta esencial para establecer relaciones interpersonales saludables y satisfactorias en cualquier ámbito de nuestra vida. En este artículo, exploraremos los fundamentos de la asertividad y algunos consejos prácticos para desarrollarla y aplicarla en nuestro día a día. ¡Comencemos!

Comportamiento No asertivo Asertivo Agresivo
Expresar necesidades No expresa necesidades Expresa necesidades de manera clara y honesta Expresa necesidades de manera impositiva
Pedir ayuda No pide ayuda por miedo a ser rechazado Pide ayuda de forma respetuosa y directa Pide ayuda de forma exigente y autoritaria
Defender derechos No defiende sus derechos por miedo a conflictos Defiende sus derechos respetando los derechos de los demás Defiende sus derechos sin respetar los derechos de los demás
Decir “no” No dice “no” por miedo a ser rechazado Dice “no” de forma respetuosa y sin sentirse culpable Dice “no” de forma agresiva y sin respetar los derechos de los demás
Expresar sentimientos No expresa sus sentimientos por miedo a ser juzgado Expresa sus sentimientos de forma clara y honesta Expresa sus sentimientos de forma exagerada y sin considerar los sentimientos de los demás

¿Qué es la asertividad? ¿Un ejemplo?

La asertividad es la habilidad de expresar nuestros pensamientos, sentimientos y opiniones de forma clara, honesta y respetuosa, sin agredir a los demás ni dejarnos agredir por ellos.

Un ejemplo de asertividad podría ser:

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Si alguien nos interrumpe constantemente mientras hablamos, podríamos responder de forma asertiva diciendo: “Entiendo que tengas algo que decir, pero me gustaría terminar de expresar mi punto de vista antes de escucharte. ¿Podrías esperar un momento?”. De esta forma estamos expresando nuestra opinión de forma clara y respetuosa, sin agredir a la otra persona y estableciendo límites.

¿Qué es la conducta asertiva?

La conducta asertiva es un comportamiento que implica la expresión de los propios pensamientos, sentimientos y opiniones de manera clara, directa y honesta, sin agredir o humillar a los demás. Se trata de una habilidad social que permite comunicarse de forma efectiva sin dejar de respetar los derechos y necesidades de los demás.

La persona asertiva es capaz de defender sus opiniones e intereses de manera adecuada, sin miedo a ser rechazada o criticada. Además, esta habilidad también implica la capacidad de escuchar y comprender las necesidades y perspectivas de los demás, para llegar a acuerdos y soluciones justas.

La conducta asertiva es un equilibrio entre la pasividad y la agresividad, ya que permite expresar lo que se siente y piensa sin dañar la dignidad de los demás ni la propia. Algunas de las características de la conducta asertiva son: la seguridad en uno mismo, la capacidad de decir “no” sin sentirse culpable, la habilidad de expresar sentimientos y emociones de forma clara y adecuada, la capacidad de aceptar críticas constructivas y la habilidad de resolver conflictos de forma efectiva.

¿Cómo se define a una persona no asertiva?

Una persona no asertiva es aquella que tiene dificultades para expresar sus sentimientos, necesidades y opiniones de manera clara, directa y respetuosa.

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Suelen tener miedo a ser rechazados o desaprobados, y por lo tanto, evitan comunicar lo que realmente piensan o sienten.

Esto puede llevar a que se sientan frustrados, incomprendidos y a que sus relaciones interpersonales se vean afectadas negativamente.

Además, suelen tener una baja autoestima y autoconfianza, lo que dificulta aún más su capacidad para defender sus derechos y tomar decisiones que les beneficien.

Es importante señalar que la falta de asertividad no implica que la persona sea sumisa o débil, sino que simplemente tiene una dificultad específica en la comunicación y en la defensa de sus intereses.

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